La dificultad de soltar
¿Alguna vez te has sentido demasiado cargado de emociones? ¡Yo sí!, me pasó recientemente y hoy te comparto mi historia para que no cometas el mismo error.

Estos últimos meses han sido una locura, en marzo tomé la decisión de dejar un muy buen trabajo, estable, con muchas seguridades, para seguir mis sueños, emprender y compartir con el mundo todas las herramientas de bienestar que he aprendido con los años.
“Si te llaman loco por seguir tus sueños, demuéstrales que lo tuyo no tiene solución.”
Suena muy bonito, "seguir tus sueños", ¡claro que lo es!, pero no es tan fácil como a veces pensamos. Han sido tiempos de cambios inmensos en mi vida, empezar desde cero un nuevo trabajo, nuevos hábitos, nuevos horarios y en cierto modo, una nueva vida.
Encontrando el orden
Soy una persona muy distraída, desde que nací lo he sido. Hace algunos años, en la universidad, tenía que hacer una tarea y entregarla al día siguiente; yo toda aplicada, la hice en el instante que la dejaron, la imprimí y la deje lista para tomarla la mañana siguiente e irme a clase; por supuesto que desperté y la tarea se quedó en mi casa. Ese día tuve suerte, era la primer tarea que olvidaba en esa clase y la maestra sabía cuántas ganas le echaba, pero no todos los profesores eran igual de comprensivos y sabía que al llegar la vida laboral no le podía decir a mi clienta o jefa que no había impreso el trabajo.
Por eso, empecé a crear estrategias para ser más ordenada y ¡lo logré a la perfección! Todo lo dispersa y olvidadiza que soy, se compensa con mi orden y responsabilidad. Pero claro que no todo es color de rosa como está sonando; en tanto orden y falta de tiempo estos meses, empecé seguir estas estrategias al pie de la letra, ordenando mis comidas, mi ejercicio, a qué hora despertaba, a qué hora dormía y lo peor de todo, empecé a ponerle tiempos a lo que sentía. Comencé a determinar horarios para ser productiva, pero también horarios en los que no podía sentir nada porque había que trabajar. ¡Por supuesto que no funcionó!, pero me tarde bastante en darme cuenta.
La dificultad de soltar
Pero un día en la noche, se salió todo de control y me di cuenta del mensaje que trataba de enviarme el universo: "Pau, calma, no puedes controlar todo, aprende a soltar". Cuando al fin lo noté, mi perspectiva cambio, todo mi enojo y estrés al fin se soltó y pude respirar. Traía tantas cosas cargando, que me empecé a perder por completo. Mi luz interior se comenzó a apagar y lo negativo reinaba dentro de mi; empecé a tratar mal a la gente, a desquitarme con los factores externos, cuando todo el tiempo el problema era yo y mi manía de no soltar.
“Soltar duele, pero sostener lo insostenible duele más"
Al principio me enoje conmigo misma, ¿cómo pude aferrarme tanto al orden y olvidar por completo que soy un ser humano con emociones?; pero después de un rato, me di cuenta del lado positivo, de toda la pasión y amor que hay detrás de querer controlar todo y empecé a aceptarme, quererme y perdonarme. Pero al mismo tiempo, me di cuenta de que en la vida no tenemos control sobre nada, la vida está en constante cambio. Lo único que podemos controlar es lo que pensamos y cómo vemos las cosas, y si yo seguía con el pensamiento controlador sobre todo, lo único que iba a lograr era desanimarme a cada rato.
Dejando fluir
Esa noche dormí muy poco, seguía con mil preocupaciones en mi mente que me despertaban a cada rato, pero al día siguiente amanecí sabiendo que lo pasado no se puede cambiar y el futuro no se puede controlar. Cada día es una nueva oportunidad de empezar de cero, y esa fue la perspectiva que decido tomar, preocuparme por el aquí y el ahora y dejar que todo lo demás fluya.
No han sido días fáciles aún, los cambios no se generan de la noche a la mañana, pero sé que voy por el camino correcto, dándome tiempo para sentir, dejando espacios en toda mi organización para solo fluir y siempre buscando esos momentos para trabajar en mi, meditar y relajarme.
Un camino de balance
Si te sientes igual que yo, mi consejo es -enfocate en tí-, como siempre digo "eres lo más importante que tienes, si tu no te cuidas nadie más lo va a hacer". Sé que parece que tu vida es muy ocupada, pero regálate esos 5 minutos antes de dormir para leer, meditar o simplemente tomarte un té, con el paso de los días, vas a notar la diferencia. ¡Y no te aferres a las cosas que no puedes controlar! Empieza a dejar fluir la vida, confía y verás que todo al final se acomoda.